En Latinoamérica la gente bebe y bebe y vuelve beber en
navidad, como los peces en el río, del villancico que cantaron durante todos los días de las novenas en el pesebre
y es que al parecer en países como en mío, si no te emborrachas en
navidad, o como mínimo, no te pasas un poco de copas, no encajas con el ambiente
navideño, eres aburrido, no tienes espíritu decembrino, entre muchas otras
cosas.
Yo me pregunto, ¿realmente el licor es una parte fundamental
de la navidad en Latinoamérica? Yo, es que no me veo, borracha como una cuba
luego de la cena “familiar”, eso y sentada en el porche de mi casa a escuchando música, con un volumen de
ruido que puede ser considerado como contaminante, solo para demostrar lo súper navideña que
soy, porque yo hago buñuelos, como dulces, como cerdo, como ensaladas, destapo
regalos, juego con los más pequeños, y todo eso prácticamente sin alcohol.
Y es que pareciera que los padres de los niños, se les
olvida que esta fecha es primordial para los recuerdos infantiles de sus hijos, es una fecha para festejar con
ellos, lo que no tiene nada que ver con que su hijo le diga a las cuatro de la
madrugada, que no puede dormir por el ruido que hacen en medio de la parranda descomunal que han
montado, sus padres.
No sé, tal vez, quizás,
lo veo de esta manera porque no me
gustan mucho estas fechas, pero para mí lo de los borrachos decembrinos sí que
me parece muy poco navideño.
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