jueves, 1 de enero de 2015

Soy el Grinch de Año Nuevo.





Soy muy extraña, altamente extraña, hay muchas cosas de mi que yo no entiendo y que he dejado aparcadas en mi vida  por la simple pereza que me da ahondar en cosas que considero  completamente innecesarias, una de esas cosas extrañas que he aceptado con el tiempo es mi reacción a esta época decembrina y de celebraciones que acaban de terminar (un aleluya por eso)

Y es que no me malinterpreten me encanta la navidad sobre todo la noche buena, es probablemente una de los días que más me gustan, la cena, los planes, los niños abriendo regalos y exceptuando los momentos incomodos de pirotecnia, no hay nada de este día que me desagrade y eso que mi navidad de todos los años no es que sea la panacea, no es más que una cena para seis y regalos que se abren antes de medianoche, porque el papa Noel de mi arbolito ya no está sobrevalorado y las pruebas irrefutables de su inexistencia ya están más que aclaradas  en la cabeza de los más chicos.

Pero el año nuevo ya es otra historia, el 31 de diciembre me parce fatal, lo paso fatal , la cena me parece sin sentido y la gente  gritando en las calles la comprendo menos o no es que no la comprenda, eso lo hago, lo que pasa es que no me gusta, no me gustan las uvas, no me gusta la cuenta atrás , no me gusta el nudo en la garganta,  no me gusta la gente llorando por lo seres queridos que faltan, y sobre todo no me gusto YO rememorando la NADA que fue todo mi año y es que  por una extraña razón, aunque me hayan pasado cosas buenas, mi mente solo recuerda las malas y la   lista de deseos que debería llenar para el año nuevo que acaba de comenzar mientras permanezco en pijama tirada en mi cama pegada a la computadora, termina llenándose de todo lo que este año hice mal.

Aunque ahora que lo medito un poco es exactamente lo mismo que sucede para mi cumpleaños: ¡LO ODIO! todos los años ¡LO DETESTO! para mí nunca tengo nada que celebrar ese día y mejor que eso  de cumpleaños siempre me  regalo EL ÚNICO DÍA EN EL AÑO para sentirme completa y rotundamente miserable pensando en todo lo malo que me ha pasado, en lo que me he merecido que me sucediera y en  lo que de verdad no merecía que sucediera a lo largo de mi vida y supongo que eso es lo que me pasa con el año nuevo, son fechas en la que la gente normal tiende a echar la mira hacia atrás, hacia el recorrido , hacia el camino que dejaron , a la huellas de sus pies  y piensan en la cosas buenas que hicieron, en las cosas buenas que les sucedieron, en las emociones que sintieron. Pero el GRINCH borderline, con problemas emocionales, de  tendencia  Emo- suicida y antisocial que llevo dentro me impide por completo ver eso.

Ejemplo de ello es:
-          ¡Este año termine las prácticas para convertirme en abogada!  / mi yo interior piensa: este año no pasaste el puto examen de inglés maldita estúpida. ( el insulto va de gratis )

No sé,  supongo que hay algo mal en mí, tal vez dentro un par de años y con mucha terapia consiga que todo cambie y vea todo lo bueno que supuestamente está por venir, tal y como  dicen todas las postales navideñas llenas de paisajes con nieve que te llenan el Facebook, que por cierto no sé si ya comente vivo en LATINOAMÉRICA en un PAÍS donde la nieve prácticamente no existe y en una Ciudad en donde el calor de DICIEMBRE no deja dormir.


Bueno, en fin,  yo solo espero que si alguien está leyendo esto que sepan que a ustedes yo si les deseo una feliz navidad  (aunque navidad ya paso) y un gran año 2015, que en diciembre comieran en exceso y bebieran sin vergüenza y que comenzaran este enero con resaca  porque  los remordimientos llegan es después de reyes, antes no.