Soy muy extraña, altamente extraña, hay muchas cosas de mi
que yo no entiendo y que he dejado aparcadas en mi vida por la simple pereza que me da ahondar en
cosas que considero completamente innecesarias,
una de esas cosas extrañas que he aceptado con el tiempo es mi reacción a esta época
decembrina y de celebraciones que acaban de terminar (un aleluya por eso)
Y es que no me malinterpreten me encanta la navidad sobre
todo la noche buena, es probablemente una de los días que más me gustan, la
cena, los planes, los niños abriendo regalos y exceptuando los momentos incomodos de pirotecnia, no hay nada de este día que me desagrade y eso que mi
navidad de todos los años no es que sea la panacea, no es más que una cena para
seis y regalos que se abren antes de medianoche, porque el papa Noel de mi
arbolito ya no está sobrevalorado y las pruebas irrefutables de su inexistencia
ya están más que aclaradas en la cabeza
de los más chicos.
Pero el año nuevo ya es otra historia, el 31 de diciembre me
parce fatal, lo paso fatal , la cena me parece sin sentido y la gente gritando en las calles la comprendo menos o
no es que no la comprenda, eso lo hago, lo que pasa es que no me gusta, no me
gustan las uvas, no me gusta la cuenta atrás , no me gusta el nudo en la
garganta, no me gusta la gente llorando
por lo seres queridos que faltan, y sobre todo no me gusto YO rememorando la
NADA que fue todo mi año y es que por una
extraña razón, aunque me hayan pasado cosas buenas, mi mente solo recuerda las
malas y la lista de deseos que debería llenar para el año
nuevo que acaba de comenzar mientras permanezco en pijama tirada en mi cama pegada a la computadora, termina llenándose de todo lo que este año hice
mal.
Aunque ahora que lo medito un poco es exactamente lo mismo
que sucede para mi cumpleaños: ¡LO ODIO! todos los años ¡LO DETESTO! para mí
nunca tengo nada que celebrar ese día y mejor que eso de cumpleaños siempre me regalo EL ÚNICO DÍA EN EL AÑO para sentirme
completa y rotundamente miserable pensando en todo lo malo que me ha pasado, en
lo que me he merecido que me sucediera y en lo que de verdad no merecía que sucediera a lo
largo de mi vida y supongo que eso es lo que me pasa con el año nuevo, son
fechas en la que la gente normal tiende a echar la mira hacia atrás, hacia el
recorrido , hacia el camino que dejaron , a la huellas de sus pies y piensan en la cosas buenas que hicieron, en
las cosas buenas que les sucedieron, en las emociones que sintieron. Pero el
GRINCH borderline, con problemas emocionales, de tendencia Emo- suicida y antisocial que llevo dentro me
impide por completo ver eso.
Ejemplo de ello es:
-
¡Este año termine las prácticas para convertirme
en abogada! / mi yo interior piensa:
este año no pasaste el puto examen de inglés maldita estúpida. ( el insulto va
de gratis )
No sé, supongo que
hay algo mal en mí, tal vez dentro un par de años y con mucha terapia consiga
que todo cambie y vea todo lo bueno que supuestamente está por venir, tal y
como dicen todas las postales navideñas
llenas de paisajes con nieve que te llenan el Facebook, que por cierto no sé si
ya comente vivo en LATINOAMÉRICA en un PAÍS donde la nieve prácticamente no
existe y en una Ciudad en donde el calor de DICIEMBRE no deja dormir.
Bueno, en fin, yo
solo espero que si alguien está leyendo esto que sepan que a ustedes yo si les
deseo una feliz navidad (aunque navidad
ya paso) y un gran año 2015, que en diciembre comieran en exceso y bebieran sin
vergüenza y que comenzaran este enero con resaca porque los remordimientos llegan es después de reyes,
antes no.