lunes, 9 de marzo de 2015

Le creía

Y un día como cualquier otro, simplemente lo note,
 no podía respirar, me dolía el  pecho, mi corazón se aceleró y mis ojos se llenaron de lágrimas, 
él hablaba de ella  como siempre, había estado ahí para ver su comienzo y su final, le había escuchado pronunciar su nombre tantas veces, sin que se me moviera una pestaña si quiera,
 pero  nunca me había sentido tan vacía como aquel día,
 no podía contestar, no sabía que decir, fue el quien dijo te amo primero y fui yo la que lo dejo ir y ahora mi cuerpo me gritaba amor por todas partes y yo solo estaba allí,
 de pie, atónita esperando que ese minuto pasara  lo más rápido posible, porque entonces entendí
 que su te amo era mentira, que sus caricias no eran mías, y que cuando me miraba  a los ojos y me decía que me quería probablemente solo era una parte de él que quería olvidarse de ella,
 pero había algo mucho más terrible todavía, y ese era el dolor que más sentía,
 y es que a pesar de  negarlo una y mil veces 
cuando me dijo “Te amo” le creía.